Dyckman siempre ha sido una de las mejores opciones del circuito de
streetball de la Gran Manzana, del que ha formado parte durante los
últimos 21 años. Sin embargo en 2011 el campeonato con sede en el barrio
de Washington Heights fue un paso más allá. Después de múltiples
ediciones bajo el patrocinio de Nike, Dyckman quiso desmarcarse por
completo del resto de torneos de la ciudad y verdaderamente lo hizo con
el apoyo de la marca deportiva. Entre todos los conjuntos que formarían
parte del campeonato aquel verano, Nike apadrinó e incluyó a un
superequipo formado por los que consideró que eran los diez mejores
jugadores de baloncesto callejero de New York y les encomendó la misión
de coronarse campeones. Además, y con la intención de darle más interés
al asunto, a la vez que animaba el torneo y motivaba a sus jugadores y a
sus rivales, la propia marca le puso un precio a la cabeza del llamado
Team Nike. Siempre que los chicos del swoosh pisaban la cancha situada
en Washington Heights, Nike colocaba un cheque de 5.000 dólares sobre la mesa.
El conjunto que ganase el encuentro se lo llevaba. Un aliciente más
para el Team Nike a la hora de cumplir su objetivo siendo invictos y un
estímulo para todo aquel que tuviera la suerte (o desgracia) de cruzarse
con él en su camino hacia el título.
A principio de verano mi
buen amigo Sherman Wing, uno de los capos de Inside Streetball y uno de
los mayores activistas del panorama en New York City, me avisaba de que
las tres pruebas de fuego para el Team Nike antes de los playoffs serían
los equipos de Take No Prisoners, Ooh Way y Team 914. Y a decir verdad,
como casi siempre que abre la boca, 'Sherm' tenía razón. Tanto que el
duelo contra Ooh Way llegaría acompañado de una repercusión tan grande, y
que crecía por momentos desde semanas antes de celebrarse, que fue el
culpable de que el streetball neoyorquino cambiase por completo con
gracias a él. Corey 'Homicide' Williams, icono del
baloncesto callejero y miembro del equipo de Ooh Way, era quién lo
avisaba con mucha más antelación que nadie, tanto en confianza cuando me
decía nada más reencontrarnos después de un año "Antonio, tenemos un
equipazo y vamos a ganar al Team Nike", como a los cuatro vientos en uno
de los vídeos que reflejaban las andanzas de los chicos del swoosh en
Dyckman. "El día 20 de julio se va a ver algo que nunca antes ha pasado
en el streetball de New York City", anunciaba Williams. "Este partido va
a dejar saber a la gente que el streetball va en serio y es algo real".
Nike se hacía eco de esas palabras y las ampliaba a modo de promoción
del encuentro con una entrevista al jugador que patrocinó un año atrás.
"Va a ser la final de Dyckman, la final del Tournament of Champions y el
mejor partido de la década. Todo eso junto en un mismo choque". ¿Cómo
ignorar a un 'Homicide' que nos ponía en bandeja uno de los encuentros
con mayor hype de la historia del baloncesto de asfalto de la Gran
Manzana?. "No os perdáis este partido. Estad realmente seguros de no
perderos este partido porque todas las preguntas serán respondidas.
Todas".
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